óEn Japón había un señor que todos los días,cuando iba al trabajo, su perro Hachiko, le acompañaba al metro y después volvía para recogerlo. Un día este señor murió y su perro durante nueve años siguió yendo al metro para recogerlo, sin faltar ni un día. La gente le daba de comer, lo acariciaba, le daba juegos y lo quería mucho, hasta que ya de viejo murió. Fue entonces cuando decidieron hacerle una estatua en la entrada de la Estación de Shibuya, donde es el sitio de quedada para los japoneses.
En Kioto se encuentra El Templo Dorado, que lo hizo construir un japones para vivir en el y lo hizo todo de oro porque era su sueño.Tanto los japoneses como los que van por primera vez les gusta admirarlo, hacerle fotografías y pasear por sus alrededores, deteniéndose para volver a contemplarlos.
Sus cerezos son otros de sus encantos en Japón y los turistas aprovechan, su clima tan maravilloso que hace, para verlos mas de cerca con todo su encanto y se ven a las maiko pasear entre la gente, maquilladas perfectamente y en sus recogidos, delicados adornos. Sus kimonos son vistosos y originales pero su cinturón (obi) es mas largo que el de las Gueishas, que son mas dificiles de ver.
Saludos y hasta pronto,
