Unas sencillas casitas me hicieron detenerme para verlas mas de cerca, cogí una de ellas y la vendedora me explico que eran para poner una velita en el interior por una de las puertas que tenían, se encendía y al cerrarla el humo salia por la chimenea y daba la sensación de estar cocinando.
Al día siguiente, después de comer con las amigas para entregarnos el amigo invisible, las volví a ver y se las enseñe, decidí que al día siguiente compraria la que me había gustado y la pondríamos con los demás regalos la noche de reyes, pero ya no estaban.
La próxima vez que bajemos las buscare de nuevo ya que son una monería y se las muestro en la fotografía que esta señora me dejo hacerles con tanta amabilidad, contándome que ella misma las había hecho.
Saludos y hasta pronto,